24 de agosto de 2009
Las leyes de todo juego de rpg
Ley del héroe maldito: El pueblo natal del héroe siempre es destruido. Cualquier otra ciudad que pise tiene un 80% de posibilidades de ser destruida. Nadie se molesta en arreglar la ciudad hasta la secuencia final.
Ley del Alzheimer: Cuando un héroe regresa para una secuela, se ha olvidado de todos sus hechizos, se ha vuelto más débil y de todas las armas que tuvo solo atina a traer consigo su espada de madera.
Ley del insecto: Jamás vas a encontrar a una araña o a cualquier otro insecto de tamaño normal, todos son gigantes.
Ley del cleptómano: Puedes entrar en cualquier casa y saquear todos sus tesoros, y si te sientes con ganas entrar a la habitación principal y hablar con los habitantes como si fueran amigos de toda la vida.
Ley del enemigo universal: Cuando no estés dentro de alguna ciudad, cualquier cosa que respire va a tratar de matarte: árboles, insectos, perros, niños… Probablemente, es porque les robaste algo (ver ley anterior).
Ley del gremio de los herreros: El mejor de los herreros siempre está en el extremo opuesto del globo del lugar donde empezaste, lo que te hace pensar porque no encargaste la espada por correo antes de ir a salvar el mundo.
Ley de Nostradamus: Todas las profecías siempre se cumplen y no hay nada que hacer… el meteorito siempre cae y el malvado hechicero siempre revive.
Ley de involución: Todas las civilizaciones ancestrales estaban más avanzadas que la actual.
Ley de esfuerzo derrochado: De todas las habilidades que te tomaron horas aprender y subir de nivel sólo usaras el 3% de ellas.
Ley del máximo secreto: Jamás recibes indicaciones de dónde está el arma y/o hechizo más poderoso del juego. Generalmente es una farsa de las compañías de videojuegos para hacerte comprar la guía oficial.
Ley del precio no justo: Una simple espada de metal cuesta unos 5.000. Sin embargo, una poción capaz de resucitar a los muertos cuesta 500 y está en todas partes.
Ley de la diplomacia: Conversar nunca arregla las cosas y menos en un RPG. Los malos siempre tratan de engañarte y los buenos discuten entre sí. Lo mejor para restaurar la paz es patearle el trasero a la persona más cercana.
Ley de la moneda única: A pesar de que hayas viajado hasta el fin del mundo, absolutamente TODOS los pueblos usan la misma moneda. Podrás pagar con la misma moneda en todas partes.
Ley de Apu Nahazapemanetilan: Las tiendas nunca cierran.
Ley del Pez de Babel: No importa en donde estés, todo el mundo habla en tu idioma.
Axioma de Zelda: Si alguna vez durante el juego escuchas hablar de “los 5 talismanes” o “los 9 anillos” o algo así, ten por seguro que vas a tener que reunirlos todos en algún momento.
Ley del espacio: Siempre hay más habitantes en un pueblo que casas para mantenerlos. Usualmente el pueblo está constituido en un 95% de comercios.
Ley del espacio #2: Todas las casas y edificios siempre son más grandes por dentro que por fuera, eso sin incluir el túnel tras el reloj.
Ley del sobrepeso: Los personajes llevan siempre cientos de pociones, cristales, espadas… encima en todo momento. ¿Tienen acaso el bolsillo mágico de Doraemon?
Ley del último descendiente: Si existe alguna raza semejante a la humana que está en peligro de extinción, el protagonista pertenecerá a esa raza.
Ley del turismo: Da igual la cantidad de pueblos que haya en el planeta. El protagonista tendrá que visitarlos todos y cada uno de ellos a lo largo de su aventura.
Ley del paro: Aproximadamente el 70% de los aldeanos de una población no trabajan.
Anexo a la Ley del paro: Los aldeanos que no trabajan, invertirán su tiempo libre en dar vueltas por el pueblo, sin hacer nada en concreto.
Ley de la conversación repetitiva: Los lugareños, en lugar de mandarte al carajo por molestarles tanto, te dirán las mismas cosas una y otra vez.
Ley del enemigo con paciencia: Cuando un enemigo, o bicho cualquiera, ve como el prota se toma una poción para restaurar su vitalidad o su estado, este, como un caballero, esperará a que termine de tomarla antes de continuar el combate.
Ley de los cofres: Existe alguien muy amable que guarda cositas dentro de cofres en las cuevas y las mazmorras, para que tu camino sea mas fácil.
Ley de la flora: No importa lo avanzada sea la época en que se desarrolla el juego… siempre hay un bosque laberíntico.
Ley del máximo esfuerzo: Los héroes jamás se cansan. Recorren el mundo sin parar, pero no se cansan a menos que eso afecte en algo a la trama.
Ley del Rey mindundi: A pesar de que el Rey tenga un ejército increíble y numeroso, armas potentes y poderosas, y un castillo impenetrable; siempre manda al héroe y sus amigos a matar al demonio/enemigo de turno, solos y con sus propias manos. Nunca usa su ejército en estas ocasiones.
Ley del lugar “… de la muerte”: Por más turístico que sea, siempre habrá una montaña, bosque, templo, ruinas, desierto, o lugar del mapa del reino que lleve este sufijo, pero nunca se explica realmente por qué lo lleva.
Ley del equilibrio psicológico: A pesar de que los héroes hayan visto miles de sangrientas guerras, crueles muertes y cruentas peleas, su mente parece estar tranquila ante tanta sangre desparramada. Nunca muestran señales de estar alterados o asqueados, por lo menos.
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